La Catedral Profana

Guarida de los impíos

Peter Pan: una cartografía del infinito
[Análisis]


La literatura victoriana es aquella que surge durante el la monarquía de la reina Victoria (1837-1901). Durante esta época, por causa de procesos como la industrialización y la modernización de las ciudades, se da un auge del nacionalismo y el avance tecnológico. La publicación de el origen de las especies (1959) y el Manifiesto comunista (1848), libros que causarían una fuerte conmoción en las esferas políticas y religiosas de su momento. Asimismo, es la época en que el idealismo romántico daría paso a una cosmovisión más pragmática. Con esto, el avance económico adquiere gran importancia en el marco del crecimiento demográfico y el desarrollo arquitectónico, científico y artístico de las ciudades. Esta es la época de la alfabetización y el avance de la literatura y el conocimiento. Lo señalado hace que la literatura adquiera una dimensión moralizante y aleccionadora. Esta literatura presenta personajes que se sobreponen a sus circunstancias mediante los valores morales e ideológicos políticamente legitimados. En este sentido, la literatura sirve como un dispositivo que funge como modelo civilizatorio. Este modelo trae consigo la contención de los elementos que son considerados como indeseables para los ideales legitimados por el estado. Los personajes de estos relatos buscan objetivos lineales siguiendo los valores sociales. Es en este contexto en donde el autor escocés James Matthew Barrie (1860-1937) publica Peter Pan in Kensington Gardens (1906). Esta obra se opone a la linealidad de los relatos hegemónicos. Sin embargo, conserva sus elementos aleccionadores a la vez que construye un espacio infantil. Neverland: el no-lugar A lo largo de la obra seguimos el viaje de los niños Darling hacia neverland y las aventuras que allí viven. Este viaje no se hace con un objetivo en concreto sino que, muy por el contrario, surge por causa del deseo y la fascinación que les causa a los niños el prospecto de abandonar su cotidianidad. Con esto, hay una idea contemplativa de ver una realidad que solo está al alcance de los niños. Estos últimos, ven el mundo a partir de unas relaciones de sentido que no están en la vida adulta y que los caracterizan como aptos para entrar en neverland. Los niños, en tanto que viven sus experiencias sin un marco de referencialidad que les asigne un propósito, se deslindan de lo conocido para adentrarse en un mundo utópico, un mundo que es un no-lugar. Es así como entran a la isla de neverland, un lugar más allá de los confines de la racionalidad del mundo exterior. En neverland no hay tiempo ni dimensiones métricas exactas. Es una isla que trasciende los límites impuestos por el discurso logocéntrico en la que los referentes se crean y las realidades se viven en la sensorialidad. No hay finalidad más allá de constante descubrimiento de nuevos parajes, signos y aventuras. Es una cartografía de un espacio que está aislado, pues no tiene dirección exacta y solo Peter sabe cómo llegar. Esto hace que sea un espacio del afuera, un espacio único que no obedece a relaciones causa efecto en la medida en que no tiene origen y no tendrá fin. Su tiempo es un no-tiempo. De tal modo, su cartografía solo puede ser posible por una perspectiva que no esté atada por las relaciones de sentido lineales del pensamiento sedentario. Su entendimiento requiere un pensamiento nómade. Peter Pan: un texto rizomático Para explicar mejor lo señalado, emplearemos la idea de rizoma del filósofo francés Gilles Deleuze (1825-1995). Este autor define rizoma como una forma de pensamiento que no está anclado a una raíz concreta y que es, en este sentido, una antigenealogía (2004, p.25). De ahí vemos que un rizoma, en tanto que no tiene ilación con una raíz en concreto, no está atado por un sentido de linealidad y al no estarlo tampoco lo está a uno de finalidad. Esto permite que las construcciones rizomáticas no sean cerradas sino que, al no tener un pasado preciso, tampoco deben tener un futuro definido. No son acto sino potencia. De tal suerte, estas estructuras son un constante hacerse en donde la espaciotemporalidad no sigue un esquema genealógico. De acuerdo con los planteamientos de Deleuze, podemos decir que los niños Darling, al igual que todo ser humano, son construcciones arbóreas, con una genealogía y un porvenir, mientras que Peter es un rizoma, un ser sin origen y cuyo futuro no obedece a un sentido de crecimiento o cambio. Profundizando en el personaje de Peter Pan, el alma de neverland, señalamos que este personaje, más cercano a la idea de hada que a la de niño, es antigenealógico en tanto que no tiene origen. No se sabe quiénes son sus padres ni tampoco quienes serán sus hijos, pues su vida es una niñez perpetua. Asimismo, su desprecio para con la idea de genealogía y linealidad es vista en tanto que odia a las madres. Si bien admite a Wendy como su madre, lo hace en tanto que la acepta como alguien que lo cuida pero no la reconoce como su progenitora. Peter es, en este sentido, un personaje antiedípico. La vida de Peter es un hacerse constante y procedural, pues siempre está en busca de nuevas aventuras sin detenerse en pensar en las antiguas ni en trazar un futuro concreto a largo plazo. Como el mismo narrador advierte, lo que vemos en la obra es solo uno de sus viajes, antes de ese hubo muchos y después habrá otros tantos. A este respecto, se hace significativo el hecho de que el narrador no es capaz de abarcar la totalidad de las aventuras de Peter ni de conocerlo totalmente. “Casi por única vez en su vida, que yo sepa, Peter se sintió asustado” (2021, p.126, el subrayado es propio). Como vemos en la cita, el narrador, al decir “que yo sepa” nos señala que su conocimiento de Peter no es absoluto sino que este muestra zonas de indeterminación. Esto hace que el niño permanezca como un ente inabarcable en la medida en que rompe con los límites mismos del discurso al no ser limitado por este. Un deseo puro e inabarcable Neverland es un mundo en donde la vida es un constante deseo, una constante aventura que se perpetua a si misma por causa y consecuencia de su propio formato. La isla hace que los niños olviden su pasado y pierdan sus planes de futuro. Ejemplo de lo señalado vemos cuando, después de llegar y establecerse en la isla, los niños comienzan a olvidar a sus padres, sus planes, aspiraciones, deseos, referentes y cualquier cosa que los vincule a su vida pasada. Esto hace que, durante su estancia en neverland, la construcción de los niños pase de arbórea a rizomática. Su existencia se vuelve una constante cartografía de paisajes nuevos e inexplorados a la vez que un deseo por el mero placer del deseo. Si bien los niños vuelven a su cotidianidad y recuperan la temporalidad, linealidad y referentes que habían perdido en neverland, Peter permanece en su estado de niñez y deseo perpetuo. Su vida sigue siendo un presente sin fin. Desde el principio de la obra hasta el final de esta, su carácter no cambia ya que siempre olvida sus vivencias. Lo señalado se evidencia en la obra a través de los siguientes pasajes: -¿Quién es el capitán Garfio? –preguntó con interés cuando ella habló del archienemigo. -¿Pero no te acuerdas -le preguntó, asombrada- de cómo lo mataste y nos salvaste a todos la vida? -Me olvido de ellos después de matarlos - replicó él descuidadamente. Cuando expresó una esperanza incierta de que Campanilla se alegrara de verla, él dijo: -¿Quién es Campanilla? -Oh, Peter -dijo ella, horrorizada, pero ni siquiera se acordaba después de que se lo hubiera explicado. -Es que hay tantas -dijo-. Supongo que habrá muerto (2004, p.122). Por fin Peter se lanzaba por el aire y atrapaba a Michael justo antes de que se estrellara en el mar y lo hacía de una manera muy bonita, pero siempre esperaba hasta el último momento y parecía que era su habilidad lo que le interesaba y no salvar una vida humana. También le gustaba la variedad y lo que en un momento dado lo absorbía de pronto dejaba de atraerlo, de modo que siempre existía la posibilidad de que la próxima vez que uno cayera él lo dejara hundirse. (p.30). Como vemos en las citas, Peter constantemente olvida sus vivencias, lo cual le impide anclarse a una historia. Esto lo hace trascender los límites del texto, pues campañilla y garfio, dos personajes capitales en la obra, resultan intrascendentes para él. Con esto, el viaje que se narra durante la obra pasa a ser solo un breve respiro en la vida de Peter. Al no obedecer a una linealidad, su vida es un solo momento congelado en el tiempo que se desplaza por las temporalidades de los demás. Wendy, John, Michael y los niños perdidos adoptados por los Darling crecen, maduran, se pudren, mientras que Peter permanece siempre igual: alegre, inocente e insensible. Su existencia permanece como un deseo infinito que nunca podrá ser satisfecho pero que tampoco desaparecerá. Al final todos los niños pierden la capacidad de volar menos él. Aun los descendientes de Wendy, luego de irse con Peter, crecerán y también dejarán de volar, pero él no los recordará, pues es un ser atemporal que se cruza con seres temporales, atados por la linealidad logocéntrica.


Referencias
Barrie, J. 2021. Peter Pan. Freeditorial. Disponible en: https://freeditorial.com/en/books/peter-pan--3
Deleuze, G. Guattari, F.2004. Mil Mesetas: Capitalismo y esquizofrenia. Editorial Pre-textos. Traducción de José Vázquez Pérez con la colaboración de Umbelina Larraceleta.
Myers, A .Kummer, K. Wigley, J. Bilotti, K. The Victorians. British Literature Wiki. Revisado en 01,08,2021. Disponible en: https://sites.udel.edu/britlitwiki/the-victorians/
Victorian Era Literature Characteristics.2021. Victorian Era.org. Disponible en: http://victorian-era.org/victorian-era-literature-characteristics.html